En esta sesión quise capturar la fuerza y sensualidad natural de una mujer segura de sí misma, sin artificios, en un entorno íntimo y elegante. La fotografía fue tomada en un apartamento del centro de Alicante, aprovechando la luz cálida del atardecer que entraba por la ventana.

Desde el primer momento, el objetivo no era solo mostrar belleza, sino transmitir presencia, actitud y confianza. La modelo vestía un vestido rojo que se convirtió en el punto de atención visual y emocional de la imagen: el color de la pasión, del poder y del amor propio.

Quería una escena sencilla pero cargada de atmósfera. Busqué un espacio con texturas naturales (paredes de piedra, madera oscura y luz dorada) que aportaran ese contraste entre calidez y elegancia.
Antes de comenzar, hablamos sobre lo que quería expresar: seguridad, feminidad y calma interior. Esa conversación fue clave para que ella se sintiera cómoda y conectara con la cámara.

Utilicé una reflex  con un objetivo 35 mm f/1.8, que me permitió jugar con la profundidad y mantener la nitidez en los ojos mientras el fondo se suavizaba.
La escena se iluminó principalmente con luz natural de la ventana, reforzada con una luz continua cálida desde el lateral para equilibrar las sombras.
Los valores aproximados fueron:

• ISO 200

• f/1.4

• 1/160 s

La clave fue mantener el balance entre la luz ambiental y la temperatura cálida del interior, evitando que el exterior quedara sobreexpuesto.

Durante la sesión, le pedí que mantuviera una postura firme, con el cuerpo ligeramente girado y la mirada directa. El gesto de su mano sobre la cadera ayuda a estilizar la figura y reforzar esa sensación de seguridad.
No busqué una pose forzada, sino una actitud natural y poderosa, que reflejara esa mezcla entre sensualidad y calma.

Un pequeño truco que uso a menudo: le pedí que respirara profundamente y cerrara los ojos antes de cada disparo. Esa pausa breve genera una expresión más real y una energía distinta en la mirada.

En la postproducción, trabajé tonos cálidos y piel suave, manteniendo las sombras profundas y un punto dorado en la luz. El rojo del vestido fue ligeramente intensificado para convertirlo en el foco visual principal.
La edición buscó mantener la atmósfera natural, sin perder detalle ni saturar los colores.

Esta fotografía resume lo que busco en mis sesiones boudoir: mostrar a la mujer desde su poder interior, sin necesidad de exagerar nada. La verdadera sensualidad está en la actitud, no en la pose.

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Fotógrafo :

Miguel Zare fotografía 

 Fotógrafo en Alicante